Entre los productos Made in China, además de fármacos mortales y alimentos contaminados, también se encuentran bonitos juguetes exportados a Europa que chorrean sangre.
Muñecos exactamente iguales a los que aparecen en My Doll, fueron confeccionados entre junio de 2002 y mayo de 2003 en la Sección Tercera del Campo de Trabajo (forzado) de Mujeres de Shanghai, según afirma Li Yung, una antigua reclusa del centro. Yung, también ofrece en su artículo publicado en Clearwisdom detalles sobre las interminables jornadas de trabajo a las que eran (son) sometidas las internas.
Las esclavas, comenzaban a trabajar a las 9 de la mañana y terminaban, aproximadamente, a las 11 ó 12 de la noche, momento en que terminaban la cuota de trabajo asignado. Entre las esclavas laborales, se encontraban muchas seguidoras del movimiento espiritual Falun Gong, detenidas ilegalmente por la dictadura comunista.
Los ciudadanos chinos, han sido víctimas del desmesurado afán de lucro de empresarios mafiosos que han puesto en circulación medicamentos venenosos y leche contaminada para niños que han provocado centenares de muertos. Pero, la codicia de algunos empresarios no tiene límites, como lo demuestra el hecho de haberse encontrado huevos a los que se les había inyectado tintes industriales cancerígenos para que la yema luciera más brillante. Y lo mismo ha sucedido en el caso de fresas y manzanas, con el objeto de que aparezcan rojas y seductoras ante el indefenso consumidor.
Sin embargo, los peligrosos productos Made in China no sólo afectan ya a los chinos. En Panamá, hace dos años más de 300 personas fallecieron a consecuencia de la ingestión de un jarabe, y un considerable número de personas en Estados Unidos y Europa, sufrieron graves heridas en la piel tras adquirir zapatos y sofás fabricados en el Celeste Imperio.
Comprar productos importados de China constituye una temeridad, pero regalar a un niño un muñeco producido en un campo de concentración …
Fuente: MD
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