Valgan las primeras palabras de esta entrada para condenar acciones terroristas indiscriminadas, como las acaecidas ayer en Oslo, que provoca un profundo dolor entre la población de un país.
Sin tener aun noticias fiables, es curioso como todos los medios se apresuraron a acusar al "terrorismo internacional", eufemismo utilizado para no nombrar directamente a los terroristas ligados al islamismo, y dar veracidad a una reivindicación escrita por vete a saber quien en un foro islamistas.
No hace falta ser un experto en materia policial para saber que cuando tan pronto y sin datos totalmente fiables se señala en una dirección, no es mas que una estrategia de distracción para poder seguir tranquilamente la verdadera línea de investigación; no hace falta ser docto en la materia para saber que todos los datos y la forma de actuar indicaban desde un principio a un terrorismo interior, ya sea por la ejecución, por la financiación o por cualquiera de las ramas fundamentales para ejecutar una acción de esta envergadura. Esos terroristas suicidas y en busca de las 60 vírgenes no aparecían por ningún lado.
Y es ahora, a primera hora tras el brutal atentado, cuando los medios comienzan su actuación simplista y de confusión, cuando la autoría no está del todo clara y el subconsciente es mas manipulable. Según todos los medios nacionales, y también internacionales, y en grandes titulares el atentado es obra de la extrema-derecha y hete aquí que queremos hacer un pequeño inciso, primeramente para distanciarnos de lo que se conoce como extrema-derecha, un termino tan vacío actualmente como lo es la derecha o la izquierda y que tanto mal causa a los países; pero no hay que olvidarnos con que fin se utiliza esa terminología y a quienes se le suelen aplicar, aunque por activa o por pasiva siempre se distancien de lo que tan tanta frivolidad se les aplica.
Leyendo detenidamente y sin caer en valoraciones fáciles descubrimos que el detenido Anders Behring Breivik se declara admirador de Winston Churchill y del teniente antinazi noruego Max Manus (esto es recogido por los medios), por lo que pensamos que el titular bien podría haber sido también "El presunto autor, un noruego antifascista", sin olvidar que Anders es un freemason reconocido.
Tan dados a las comparaciones y a las coincidencias es curioso que a los periodistas se les haya pasado por alto que ayer se cumplían 10 años del termino de la cumbre del G-8 en Génova donde murió el activista antisistema Carlo Giuliani a manos de la policía.
No sabemos si los periodistas que redactan los titulares y quienes autorizan su publicación han pasado por una Facultad de Ciencias de la Información, pero lo que si queda claro es su falta de rigor y su tendenciosidad para manipular a su antojo. Todo lo más que hay, hasta la fecha y hasta que sospechosamente aparezcan libros prohibidos en casa del que parece autor del atentado, son algunas supuestas declaraciones del autor en foros de internet de contenido nacionalistas, recordemos que aunque la línea ideológica es internacionalista tanto China como Cuba, dos dictaduras comunistas, son a su vez fuertemente nacionalistas.
Quizás, algo más importante son las razones que han llevado a un ciudadano aparentemente normal a cometer tales actos de barbarie.
¿A quienes benefician estas acciones?
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