Esperanza Aguirre percibe la prostitución como un trabajo digno más, que es perseguido. ¡Y no! En España la prostitución no se persigue por no estar perseguida. Por ello, la legalización de la prostitución no supondría libertad para las prostitutas. Más bien, todo lo contrario, legalizar la esclavitud, la explotación de personas y convertir los prostíbulos y saunas en empresas legales para el comercio de seres humanos, convirtiendo la miseria ajena en un negocio.
La experiencia nos muestra que en los Estados en los que ha sido legalizada: las mafias siguen existiendo y las personas obligadas a prostituirse y la prostitución de menores ha aumentado. Lo que nos lleva a sospechar que detrás de estas afirmaciones de Esperanza Aguirre hay una pretensión de fomentar la aceptación social hacia la prostitución. ¡¡Qué se deje de rodeos, y convierta a los chulos en hombres de negocios!!
Fuente : http://www.tribunadeeuropa.com/
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