Con cortinas de humo -de tabaco, concretamente
- y sin hacer mucho ruido para no despertar al rebaño
, el sistema ha promulgado una ley orgánica
de carácter dictatorial y represor.
En el Boletín Oficial del Estado del pasado sábado 29
de enero se recoge la Ley Orgánica 2/2011, de 28 de enero
, por la que se modifica la Ley Orgánica 5/1985,
de 19 de junio, del Régimen Electoral General.
Entre otros cambios menores, hipócritamente justificados
en nombre del pluralismo, se indica que, a partir de ahora,
“los partidos, federaciones o coaliciones
que no hubieran obtenido representación
en ninguna de las Cámaras en la anterior convocatoria
de elecciones necesitarán la firma, al menos,
del 0,1 % de los electores inscritos en el censo electoral
de la circunscripción por la que pretendan su elección.
Ningún elector podrá prestar su firma
a más de una candidatura”. De la misma forma,
las agrupaciones de independientes necesitarán
un 1% de las firmas de los censados.
En resumen; prácticamente se VETA por ley
el acceso a las Elecciones Generales
a los partidos minoritarios, que además de todos
los impedimentos legales que se encuentran
para concurrir a los comicios
(avales, papeleo desmedido, etc) tendrán que presentar
las firmas del 0,1% del electorado...
¡sin que una persona pueda dar su firma
para dos candidaturas!
Esta medida supone la recogida obligatoria
de miles y miles de firmas por parte de partidos
que no reciben subvenciones, que no tienen
“políticos a sueldo” y que por tanto no tienen
una estructura suficiente como para cumplir
dicho requisito.
Decenas de partidos se verán condenados
al ostracismo, la dictadura de los partidos mayoritarios
será vitalicia y la pseudo-democracia española,
que se reduce a votar cada cuatro años,
será todavía menos participativa.
Ante este ataque flagrante a los partidos
extraparlamentarios y, en definitiva,
a la libertad de expresión, el MSR manifiesta:
-Su indignación y rabia, rabia que será dirigida para desenmascarar con más ahínco que antes este régimen tiránico y dictatorial.
-La decisión de centrar buena parte de sus esfuerzos en organizar protestas, manifestaciones y campañas para luchar contra la citada ley orgánica.
-Su disposición a participar, junto a otros partidos humildes y minoritarios, en todos los actos que se convoquen para denunciar esta vergonzosa ley.
El sistema quiere perpetuarse usando tácticas sucias
y manteniendo la máscara democrática,
pero deben saber que se encontrarán
una férrea resistencia por parte
de los nacional-revolucionarios, resistencia que esperamos
que se extienda a otros campos ideológicos,
cívicos y políticos.
Defenderemos nuestro derecho
a presentarnos a las elecciones, pero recordamos
nuestro carácter de MOVIMIENTO:
nuestros frentes van más allá del mero esfuerzo electoral,
y reforzaremos, si finalmente la dictadura
llamada democrática impone su ley,
el frente cultural, el frente de agitación,
el frente sindical y el frente ecológico, entre otros.
Nos quieren tapar la boca pero vamos
a morder sus manos. Podemos hacerlo porque,
a diferencia de los partidos del poder,
el sistema no nos da de comer.
¡Rebelión social contra la dictadura “democrática”!
- y sin hacer mucho ruido para no despertar al rebaño
, el sistema ha promulgado una ley orgánica
de carácter dictatorial y represor.
En el Boletín Oficial del Estado del pasado sábado 29
de enero se recoge la Ley Orgánica 2/2011, de 28 de enero
, por la que se modifica la Ley Orgánica 5/1985,
de 19 de junio, del Régimen Electoral General.
Entre otros cambios menores, hipócritamente justificados
en nombre del pluralismo, se indica que, a partir de ahora,
“los partidos, federaciones o coaliciones
que no hubieran obtenido representación
en ninguna de las Cámaras en la anterior convocatoria
de elecciones necesitarán la firma, al menos,
del 0,1 % de los electores inscritos en el censo electoral
de la circunscripción por la que pretendan su elección.
Ningún elector podrá prestar su firma
a más de una candidatura”. De la misma forma,
las agrupaciones de independientes necesitarán
un 1% de las firmas de los censados.
En resumen; prácticamente se VETA por ley
el acceso a las Elecciones Generales
a los partidos minoritarios, que además de todos
los impedimentos legales que se encuentran
para concurrir a los comicios
(avales, papeleo desmedido, etc) tendrán que presentar
las firmas del 0,1% del electorado...
¡sin que una persona pueda dar su firma
para dos candidaturas!
Esta medida supone la recogida obligatoria
de miles y miles de firmas por parte de partidos
que no reciben subvenciones, que no tienen
“políticos a sueldo” y que por tanto no tienen
una estructura suficiente como para cumplir
dicho requisito.
Decenas de partidos se verán condenados
al ostracismo, la dictadura de los partidos mayoritarios
será vitalicia y la pseudo-democracia española,
que se reduce a votar cada cuatro años,
será todavía menos participativa.
Ante este ataque flagrante a los partidos
extraparlamentarios y, en definitiva,
a la libertad de expresión, el MSR manifiesta:
-Su indignación y rabia, rabia que será dirigida para desenmascarar con más ahínco que antes este régimen tiránico y dictatorial.
-La decisión de centrar buena parte de sus esfuerzos en organizar protestas, manifestaciones y campañas para luchar contra la citada ley orgánica.
-Su disposición a participar, junto a otros partidos humildes y minoritarios, en todos los actos que se convoquen para denunciar esta vergonzosa ley.
El sistema quiere perpetuarse usando tácticas sucias
y manteniendo la máscara democrática,
pero deben saber que se encontrarán
una férrea resistencia por parte
de los nacional-revolucionarios, resistencia que esperamos
que se extienda a otros campos ideológicos,
cívicos y políticos.
Defenderemos nuestro derecho
a presentarnos a las elecciones, pero recordamos
nuestro carácter de MOVIMIENTO:
nuestros frentes van más allá del mero esfuerzo electoral,
y reforzaremos, si finalmente la dictadura
llamada democrática impone su ley,
el frente cultural, el frente de agitación,
el frente sindical y el frente ecológico, entre otros.
Nos quieren tapar la boca pero vamos
a morder sus manos. Podemos hacerlo porque,
a diferencia de los partidos del poder,
el sistema no nos da de comer.
¡Rebelión social contra la dictadura “democrática”!
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