jueves, 24 de febrero de 2011

Creer, obedecer, combatir.

Jorge Garrido para TdE/(…) Cuando dudemos, cuando desfallezcamos, cuando nos acometa el terror de si andaremos persiguiendo fantasmas, digamos: ¡No!; esto es grande, esto es verdadero, esto es fecundo…”
Sé que este escrito no lo leerán sólo militantes de esta jaula de grillos que es el “patriotismo español” con todas sus sensibilidades ideológicas y estratégicas, sé que  aquellos que no militan o no han militado nunca en ningún grupo u organización, lo que yo escriba aquí se la traerá floja (hablando mal y pronto) o se extrañarán, otros igual lo verán como una falta de compañerismo (ya no digo camaradería) hacia los que militan en mi partido o están afiliados (hay una enorme diferencia entre ambos términos) a las siglas donde yo milito.
Firmo el escrito con mi nombre y apellidos, es una reflexión personal y seguramente transferible, no lo hago pues en nombre de nadie, pero seguro que muchos, y no sólo los “militantes” de mi partido, sino de otros grupos y organizaciones les sonará de algo… y firmarían esto mismo aunque no se atrevan o quieran reconocer que las cosas son así:
Somos marginales porque no existe, salvo casos excepcionales, honrosos y reconocibles en la gran parte de organizaciones del “Área”, compromiso militante, no se puede esperar que el pueblo español, pasando lo que está pasando sobre todo desde hace más de 30 años se movilice con nuestros mensajes (ni con una estrategia ni con la contraria, ni ocultando las banderas ni manteniéndolas alzadas todo el año), cuando para hacer llegar nuestro mensaje a través de actos en la calle, conferencias, propaganda, páginas web o la actividad que sea, siempre el peso recae en 4 personas, pero haya sin embargo 40 ó 400 alrededor criticando tal actividad, sacando pegas a todo sin aportar nada más que, en unos casos su cobardía, en otros casos su incompetencia y en la mayoría de los casos su pasotismo puro y duro aún perteneciendo a unas siglas donde han acudido voluntariamente.
En ocasiones se vanaglorian de formar parte de unas siglas como si perteneciesen a un club de parchís, “soy socio, tengo hasta un carnet para mostrar a mis amiguitos, hoy me apetece mover ficha, mañana no me apetece”. Así es imposible nada, así es imposible cualquier proyecto, bajo las siglas que sean, con la estrategia y la ideología que sea, y menos con nuestra/s ideologías, condenadas de por sí por este Sistema, censuradas y perseguidas con una saña brutal. 
Que no me vengan los unos o los otros diciendo nosotros no somos así, nosotros tenemos una militancia y unos afiliados comprometidos que pagan sus cuotas religiosamente o sin religiosidad, pero las pagan, que cuando llueve  salimos a pegar carteles porque no nos importa mojarnos y cuando hace sol tampoco nos importa pasar calor, que nieva y hace frío, ¿y qué?. Es más normal oir lo contrario o “tengo un compromiso familiar ineludible, es que no quiero quedar con  fulano (afiliado al mismo partido)  porque me caé mal, tengo dolor de barriga porque la cena de ayer sábado me sentó fatal y además no voy a poder pagar la cuota este mes porque ayer perdí los 10 euros que tenía para ese tema,”…etc.
Las disculpas, las excusas están a la orden del día y para todos los gustos, quienes llevamos tiempo en esto sabemos, aunque seguro que algunos por el motivo que sea lo traten de ocultar y digan que ellos no entran dentro del panorama desolador que estoy presentando, ellos, todos, “seguro” que son/somos más y mejores. ¡Por los cojones!
Si estás en una organización de las nuestras (salvando el tema de que “esos no son de los nuestros, no me metas a mí en ese saco,…pero nos entendemos”), si un día diste ese paso y creíste que ese era tu sitio y no ser uno más del pueblo aborregado que traga con todo o sólo protesta en la barra del bar, pues trata de ser consecuente y si no olvídate, quédate en casa, pero no molestes, no te quejes con excusas de que el cartel no te gusta de ese color, de que era mejor con mayúsculas que con minúsculas, que si es pequeño, que si es demasiado grande o que la pancarta tendría que tener forma triangular porque es más original (“hazla tú, no te jode”) o es que el menú de la cena de “camaradería” no me gusta porque tiene gambas o porque tiene pimientos verdes o leches en vinagre,…“reserva tú el sitio y el menú y no me toques los cojones”.
Podría seguir varios folios con excusas y con sus contestaciones al respecto, contestaciones que damos o que nos apetece dar y a veces (un error) nos guardamos, mordiéndonos la lengua, para enseguida ser criticados por la espalda porque “así no se dicen las cosas,…no estamos en el ejército, joder qué carácter tienes…”. No, en lo que estamos es en una guerra, aunque te parezca muy duro para tus oídos, y a los derrotistas, conspiradores, pusilánimes y traidores se les ejecuta si no les da tiempo a apartarse y dejar el camino libre a los que queremos seguir avanzando pese a las dificultades en la calle, en el terreno electoral, en ambos o en otros frentes, pero dentro de una disciplina que algunos no parecen haber entendido ni entenderán jamás. 
Esto no es un hobby, perdón, un entretenimiento, es una lucha, una batalla muy dura, esa es la realidad y ese es todo el pragmatismo que admito en lo que debe ser un militante, un combate en la que muchas veces te apetece tirar la toalla, pero te envuelves en ella cual capa protectora y sigues tirando pa´lante, no te rajas por culpa de la persecución a que nos somete el Sistema, te rajas porque no vales, no porque no te convenza el proyecto y quieras iniciar otra corta andadura en otras siglas o ni siquiera con tus propias siglas, no vengáis con lo de es una pérdida de tiempo, que lo es cuando no hacéis nada, pero cuando hacéis algo estoy seguro que aunque sea por orgullo personal os sentís reconfortados.
“No avanzamos, estamos igual o peor que hace años”, ¿no avanzamos o el que no avanzas eres tú?, ¿estamos igual o peor…? Y ¿tú qué has hecho para que estemos un poco mejor? ¿Por qué cada uno no mira para sí mismo y en conciencia piensa lo que hace él, antes de mirar a los que tiene al lado, a sus propios compañeros de partido, a los del partido de al lado,  a veces camaradas y a veces hasta amigos, y al final acaba haciendo NADA que es de lo que justamente acusa a los otros?
Se cree o no se cree en ÉSTO, está claro: si no se cree es lógico que no obedezcáis las consignas que se os dan y si no se obedece no se combate, y si no se combate, entonces la derrota es inminente.
Parafraseando el final de un combativo poema:
(…)Y si por… vuestra “…culpa vence la derrota
Que Dios
…” osdeje siempre de su mano.
Jorge Garrido (Asturias)
23 febrero 2011

No hay comentarios:

Publicar un comentario