El tema de los controladores aéreos está de candente actualidad pero lo triste o, mejor dicho, lo preocupante, es ver las reacciones de los distintos grupos sociales.
Injustificable dicen gobierno y sindicatos.
Un atropello, claman los afectados y, no sabe no contesta, responde la derecha.
¿Injustificable? ¿Por qué? ¿Porque hay gente que pretende defender su puesto de trabajo? ¿Porque esta misma gente que se juega miles de vidas al día no quiere ver rebajado su salario y empeoradas sus condiciones laborales? Pues vaya. Pero lo triste es oír tales acusaciones de esos mismos que se manifiestan entre mariscada y mariscada. Los mismos que ladran para justificar la estafa a la que someten al pueblo en pos de una mullidita poltrona año tras año.
Por otro lado, el Gobierno, gobierno cutre, hipócrita y dantesco donde los haya pues, ¿por qué le ha dado por arremeter contra este colectivo? ¿Será tal vez por las privatizaciones del sector público aéreo? ¿O puede que por ahorrarse unos sueldos tan elevados?
Tal vez lo que tanto les escuece es que haya alguien que sí se merece el sueldo que cobra y, no vaya a ser, les puedan dejar en evidencia a la hora de comparar esfuerzo realizado con salario obtenido. ¡¡¡Que el pueblo a lo mejor no es tan tonto!!!
Y para eso está el omnisciente “pepiño”, para mostrarnos el camino y decirnos la verdad sobre los “malvados” y “peseteros” controladores. ¡¡Alabado sea!!
Un personajucho que no hace más que babosear y mentir. Alguien que no ha hecho otra cosa en su vida que vivir DE la política y de su partido. Alguien cuyo curriculum se resume en un solo año de la licenciatura de derecho.
Y por supuesto, no podía faltar nuestro ¡¡gran y campechano Porky!! A quien no le debe bastar con el mensaje de navidad y claro, ha querido ganarse el sueldo, para lo que ha hecho acto de presencia y se ha prestado como árbitro de la disputa.
Y como parece ser que solo algunos (los que no molesten mucho) pueden tener derecho a huelga y los controladores no eran tan irrelevantes como nos han hecho creer, parece que habrá que tirar del ejército para que el tirón de orejas a “ZP” no sea tan grande.
Lo penoso es ver al pueblo, ese mismo que cuando le afecta a él pide ayuda y solidaridad, traicionando a sus propios hermanos, a los mismos a quienes luego pretende pedir ayuda. Y es que si la solidaridad en el sistema capitalista ya brilla por su ausencia, en el caso del carácter español es todavía peor.
Injustificable pues, es la actitud de esta manada de borregos llamada pueblo español que ni con la que está cayendo pelea. Pero: “bienvenidos los tiempos difíciles…..”
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