Se suele hablar comúnmente de la Gallaecia de los suevos, en parte por intereses políticos identitarios diferenciales de los gallegistas. Muy interesados últimamente en recuperar una identidad sueva que les haga diferentes y únicos.
No vamos a entrar a discutir la existencia de los suevos en los territorios de Gallaecia. Aunque quizás tendríamos que empezar a definir primero que es Gallaecia, y que entienden los gallegistas hoy en día por Gallaecia.
Si como Gallaecia entendemos la vieja provincia hispana de administración romana compuesta por las actuales provincias de Asturias, León y Galicia. Veremos que poco o nada de suevos tenemos. Ya que ni Asturias, ni Leon, fueron asentamientos serios de los monarcas suevos. Quienes únicamente ocuparon esos territorios en correrías para la defensa o tributo, para y del territorio. Esto es fácilmente demostrable, ante la total ausencia de arqueología sueva en nuestros territorios (Asturias y Leon). Que junto con la escasa población de dicho pueblo germánico, unos 20.000. Asentados o mas bien atrincherados entorno a su capital situada en el norte de Portugal. Hace muy poco probable que sus genes se extendieran mas allá de su núcleo central habitado.
Me atrevería a decir, y así es mantenido hoy en día por algunos historiadores en Galicia. Que las poblaciones de la actual provincia, permanecieron aisladas de la sangre sueva. Exactamente igual que sucedió en Asturias y en Leon. No así en las zonas del norte de Portugal, donde por razones evidentes, los suevos sí influenciaron mínimanente en las gentes de las comarcas.
Y es que los viejos galaicos, vieron a los suevos como invasores cerrados y aislados de la población, con la cual mantuvieron muy poco contacto mas allá del estrictamente necesario para tributar o guerrear.
Causa que se acentuó mucho mas, al perder el dominio ante los godos tras la batalla del río Orbigo. Siendo su caudillo Requiario derrotado en Astorga y perseguido hasta su muerte en la ciudad de Braga (Portugal), donde tenían la capital del reino los suevos.
De tal forma, el norte de España: Galicia, Asturias y Cantabria. Fueron lugares muy poco romanizados, y a su ver muy poco germanizados. La visigotizacion de estas tierras, llegaría años después, tras la invasión de los musulmanes.
Con la inmigración de cientos de nobles visigodos hacia el norte, toda la cuenca cantábrica se vio afectada.
Muchos nobles godos, junto con hispano romanos, decidieron convertirse al Islam, para de esta forma no perder sus posesiones. Lo que fomento la asimilación de nuevos nombres árabes por los hispano godos, como marca la tradición del Islam. Según la cual, todo convertido a la religión de mahoma, ha de cambiar su nombre cristiano o pagano, adoptando uno nuevo como musulmán.
Otros muchos por el contrario, viajaron hacia las zonas libres, desde donde organizaron pequeñas resistencias. Las principales zonas de influencia, fueron: Asturias, Cantabria, País Vasco, Pirineo Aragonés y Cataluña. Desde esas tierras, nobles godos con mini ejércitos, pactaron con las poblaciones locales y crearon focos de resistencia que terminarían por transformarse en reinos.
Unos cálculos generales de la población visigoda en el 711, año de la invasión musulmana. Mantenían la posibilidad de que ésta fuera de un millon de godos. Los cuales habitaron principalmente las zonas comprendidas entre Toledo y Burgos. Los campos góticos hasta Leon. Extendiéndose en menor medida por el alto Aragón y Navarra, hasta terminar en otro gran foco de influencia como fue la Septimania (Aproximadamente la actual Cataluña).
El porque los pueblos del norte cantábrico, con los que hasta hace tres días guerreaban los godos. Hicieron piña y se juntaron en un único frente de resistencia, aceptando además que la sangre germánica fuera la que les guiara en esta nueva empresa. Es incluso a día de hoy un misterio al que solo arrojan hipótesis los historiadores.
La realidad es que por alguna razón, astures y cantabros, quienes habían luchado contra los godos con feroz resistencia. Se aliaron a estos sin rechistar tras la invasión musulmana.
Desde ese momento, la zona que comprendía a la vieja Gallaecia romana, y que los godos continuaron manteniendo como división de territorialidad administrativa bajo el mismo nombre. Pasó a ser la zona fronteriza de resistencia. Los moros continuaron refiriéndose a ella como Gallaecia, no porque tuviera una connotación étnica ni nada semejante. Sino por que los propios godos continuaban llamándola y nombrándola como Gallaecia, por clara influencia romana. Es decir, Gallaecia había sido una provincia administrativa romana, y a su vez había sido una provincia administrativa del reino visigodo. Razón por la cual en numerosos mapas aparece la referencia de Gallaecia, como territorialidad donde se asentó el reino de Asturias de ascendencia visigoda
Todos los reyes de la resistencia asturiana fueron godos... godos de Gallaecia. Y tras trasladar la capital de Oviedo a Leon. Esos mismos godos, siguieron siendo reyes de Gallaecia, en tanto y cuanto no habían dejado de nombrar a esa provincia como la que que fue por tradición. Eso si, desde hacía bastante tiempo bajo dominio de las nuevas monarquías visigodas de ascendencia toledana. Que forjaron tras la reconquista el reino de Asturias y reino de León.
Desde esa nueva Gallaecia foco de la resistencia, una nueva fuerza emergente de raza gótica encabezada por Pelayo, sus nobles y con la ayuda de la población nativa de Asturias de ascendencia étnica celto asturleonesa. Comenzaron a reconquistar y guerrear contra los musulmanes. Reconquistando con el tiempo Galicia (no confundir con Gallaecia) en manos del califato de Omeya. Anexionándola así a la corona neo goda de Asturias, en la provincia hispana de Gallaecia (repito, no confundir con Galicia)
Por tanto, la liberación de Galicia, fue obra de guerreros celto astures y de noblezas guerreras gardingas visigodas asentadas en las montañas del cantábrico. De igual forma que la creación y liberación de lo que años mas tarde seria Castilla. Correspondió igualmente a poblaciones celto cantábricas, aliadas igualmente con cantabro-astures y nobles militares germánicos. Que primero crearon el ducado de Cantabria, que a su vez daría origen al condado de Castilla.
Teniendo en cuenta que la población sueva en Galicia fue mínima, y en Gallaecia (Asturias, León y Galicia) casi inexistente. Teniendo en cuenta que la población central del reino suevo de Gallaecia, no estuvo en Galicia sino en Braga (norte de Portugal). Y que en esa zona solo existieron 20.000 suevos, una población infinitamente inferior a la nativa.
Podríamos decir con una casi total garantía, que la población galaica de Galicia, permaneció “virgen” en los tiempos de los monarcas suevos, y que la inyección de sangre germánica que les llegó. Fue años mas tarde con la entrada de las poblaciones godas de Asturias, su repoblación y su asentamiento.
Cave por tanto quizás mas lógicamente hablar de una Galicia de los godos, que de una Galicia de los suevos. Aunque esto, no guste para nada al independentismo.Quienes se aferran a la mitología étnica sueva, para basar una diferencia con los estados próximos a sus fronteras.
Teolfo Rodriguez
Fuente : mundovisigodo.
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