El asado de un cordero con motivo del inicio del Ramadán en las inmediaciones de la localidad navarra de Falces ha provocado un incendio, que ha arrasado 500 hectáreas de pinar y obligado a evacuar a 500 personas en la parte alta del cercano municipio de Peralta.
Cinco personas -tres de origen magrebí, un brasileño y un español- han sido detenidas por la Policía Foral por su implicación en los hechos.
Loa arrestados estaban celebrando algunos ritos islámicos en la zona y ya habían llamado la atención de los vecinos. Incluso alguien les advirtió el calor, del fuerte viento que soplaba y de lo seco del terreno. Pero ellos continuaron adelante con su parrillada.
Antes de las cinco de la tarde, lo que habían sido brasas se convertían en llamas que trepaban con fuerza por la ladera del monte y comenzaba a arrasar pinar:
“Si hubieran avisado cuando ha empezado a arder, esto se apaga enseguida. Pero no han dicho nada y cuando hemos venido ya no estaban”.
Cuenta Gorka Moreno en ABC que también cabe la posibilidad de que los los detenidos hicieran una hoguera para deshacerse de las pieles del animal y que ahí comenzara el problema.
No obstante, tampoco se descarta que los implicados estuvieran calcinando otro tipo de materiales. La Policía Foral requisó varias plantas de marihuana que había en una caseta próxima, de propiedad municipal pero cedida a un vecino de Falces.
Las llamas se descontrolaon debido al fuerte viento del norte que azotaba la zona y comenzaran a extenderse a gran velocidad hacia la población de Peralta, situada al sur de Falces y donde residen unas 5.400 personas.
El Gobierno navarro movilizó tres helicópteros y decenas de efectivos de los parques de Tafalla, Peralta, Tudela, Lodosa, Estella y Cordovilla, que se sumaron a las excavadoras, bulldozers y tractores de vecinos que trabajaban para abrir cortafuegos.
Pero las condiciones atmosféricas dificultaban en gran medida las labores de extinción.
De manera que cuando el incendio se encontraba a unos 500 metros de la localidad, la ANE decidió evacuar a unas 500 personas, para las que se habilitaron camas y colchones en el polideportivo municipal y en la residencia de ancianos.
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