jueves, 12 de agosto de 2010

PIO BAROJA Y EL JUDAISMO .



El doctor Iturrioz, tío carnal de Andrés Hurtado, solía afirmar, probablemente de una manera arbitraria, que en España, desde un punto de vista moral, hay dos tipos: el tipo ibérico y el tipo semita. Al tipo ibérico asignaba el doctor las cualidades fuertes y guerreras de la raza; al tipo semita las tendencias rapaces, de intriga y de comercio.
Aracil era un ejemplar acabado del tipo semita. Sus ascendentes debieron ser comerciantes de esclavos en algún pueblo del Mediterráneo. A Julio le molestaba todo lo que fuera violento y exaltado: el patriotismo, la guerra, el entusiasmo político o social; le gustaba el fausto, la riqueza, las alhajas, y como no tenía dinero para comprarlas buenas, las llevaba falsas y casi le hacía más gracia lo mixtificado que lo bueno.
Daba tanta importancia al dinero, sobre todo al dinero ganado, que al comprobar lo difícil de conseguirlo, le agradaba. Como era su dios, su ídolo, de darse demasiado fácilmente, le hubiera parecido mal. Un paraíso conseguido sin esfuerzo no entusiasma al creyente; la mitad, por lo menos, del mérito de la gloria está su dificultad, y para Julio la dificultad de conseguir el dinero constituía uno de sus mayores encantos.

PIO BAROJA, El árbol de la ciencia.

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